jueves, 15 de febrero de 2007

Historia de las Termas de Panimavida

Nombre primitivo PEÑAMABUIDA que significa “LEÓN EN CERRO”.

En el año 1740 el capitán Don Antonio de Castro, dueño de “una suerte de tierra en la Cordillera nombrada Panimavida”, se componía de 6.000 cuadras, las que compró en público remate el año 1718.
Posteriormente, después de varias subdivisiones y ventas, en el año 1804, en las tierras pertenecientes a Don José Miguel Opazo , padre de Doña Esperanza Opazo, dueña de San Francisco de los Baños, de la parte ocupada actualmente por las Termas de Panimavida, se descubren varias fuentes de agua, a las cuales se le atribuyeron cualidades medicinales y que mas tarde dieron origen a las actuales TERMAS DE PANIMAVIDA. El descubrimiento de esta agua se atribuye a una simple casualidad. A principios del siglo XIX un holgazán que sabía tocar la flauta y que con esa gracia ganaba el sustento entre los campesinos, acercándose a un rancho y a otro, al padecer este personaje de fuertes dolores a sus piernas, se le ocurrió meter estas en un manantial de barro negro, el cual era considerado como un verdadero origen de males. Habiendo notado alivio a su mal, repitió esta operación varias veces, logrando al final una total mejoría.
Los baños de Panimavida, pertenecientes a Doña Esperanza Opazo, casada con Don José Dionisio Baeza, contaban con tinas que se hicieron con troncos de Peumo, labradas a boca de hachas y habitaciones que consistían en ramadas quinchadas con ramas de árboles. Como su fama fue en aumento al igual que la concurrencia , y en propósito de dar un buen servicio, ya en 1877 este establecimiento contaba con tinas de mármol y vastos, muy decentes y cómodos edificios, los cuales eran dados en arriendo a Don Francisco Antonio Silva, con la condición de seguir su mejoría.
Al finalizar el siglo XIX, la edificación había aumentado considerablemente. La casa de corredores que había, se extendió, constituyendo tres grandes cuerpos que dejaban un gran patio al centro y entrada por la parte del oeste. Junto a esta construcción se encontraba la Iglesia, la vertiente “La Mona” y una Sala de Baños.
Desde Mayo de 1905 a Mayo de 1912, las Termas estuvieron arrendadas a los hermanos Fidel, Exequiel y Carlos del Campo Bustamante. Muerta Doña Esperanza Opazo de Baeza, dueña de las Termas, después de un sin número de extrañas circunstancias, la propiedad pasa a manos del Obispado de Concepción, quién transfirió sus dominios en 1912 a la sociedad de Vinos de Maule, transformándose más tarde en sociedad Termas de Panimavida.
El año 1927, adquirió un importante paquete accionario Don Julio Silva Valenzuela, quién tenía como yerno al Dr. Fernando Bravo Escobar y al arquitecto Don Augusto Lezaeta Acharan. Tanto el señor Lezaeta como muy especialmente el Dr. Bravo, dieron durante más de 2 décadas un nuevo y extraordinario impulso a la Sociedad, la que se traduce en la construcción de nuevos pabellones con bellos jardines y grandes terrazas.
Al oriente, cerca de la poza y entre el bosque de eucaliptus que hoy existe, se formo una cancha de aterrizaje para aviones la cual fue inaugurada el 30 de Diciembre de 1945.
Termas de Panimávida logra su nivel más alto, de más nombradía y crecimiento en la década de los años 40. En los años posteriores, tras altos y bajos niveles de eficiencia y buen servicio los anteriores dueños pierden la propiedad, quedando en manos del BancoEstado. Este a su vez, le pasa el manejo del Establecimiento a la Municipalidad de Colbún, quienes no realizan ni un tipo de mejoras a la construcción, terminando sus instalaciones muy deterioradas.
Panimávida llegó a obtener 3 medallas de Oro, reconocidas a nivel mundial, por la calidad de sus aguas.
Mucho influyó en la caída de Termas de Panimavida un incendio ocurrido en los años 80, que destruyó gran parte de su estructura, e incluso costó la vida de un voluntario de bomberos.
Después de un par de años de negociaciones, se logra cerrar el acuerdo con el BancoEstado para la adquisición de Termas de Panimávida, acuerdo que se concreta a fines del año 2005.
Aplicando la pasión, tesón y espíritu emprendedor de su nuevo y visionario dueño, Termas de Panimávida ha vuelto a renacer totalmente remodelado y ampliado, manteniendo su antigua infraestructura arquitectónica, sobresaliendo las arcadas de los claustros españoles, que la caracterizan. Asimismo en su interior se ha dotado con los elementos más modernos de la hotelería, lo que asegura un servicio de excelencia al pasajero.
Se considera la inauguración inicial de Termas de Panimavida el año 1822 y su reinauguración el 28 de Octubre del 2006.

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